Mi crisis de los 30



Treinta.

Treinta.

Treinta.

Así está mi mente todo el día, en bucle. Y así lleva casi un año, desde que cumplí 29 y me asomé a ese abismo de los veintitodos y se me encogió la chirla del susto. 

TREINTA. 

Yo, que en realidad creo que mentales debo tener unos 25 y de espíritu unos 17. Y entonces la gente empieza a hablarme de las patas de gallo, de la flaccidez en las jamonas, de las canas.... y yo pienso: 'pero qué coño dicen?' Y me acuerdo de cuando tenía 20 y me leía el Cosmopolitan o Glamour o cualquier otra gilipollez para distraerme cuando acababa los exámenes y veía esos artículos de 

'Los mejores tratamientos faciales para cada edad'

Y veía la sección de los '30' y sudaba de canto de leerla, porque total yo pa' qué me voy a poner a leer cosas de arrugas si estoy tersa como las peras de Pamela. 


Y entonces llegó ayer. 

Y me vi a mí misma buscando en google cual posesa la mejor crema de contorno de ojos para evitar esas terribles arrugas en esa piel tan fina que rodea nuestras ventanitas al mundo exterior. 

Y acto seguido, me vi tecleando: 'los mejores contornos de ojos para mujeres de TREINTA AÑOS.' 

Y entonces ya mejor ni os cuento el pánico abismal que recorrió mi cuerpo. 

¿Cómo puede ser que YO vaya a cumplir 30 años? Porque no sé si es personal o general, pero yo (no sé por qué, no me preguntes) me sentía infalible a los 30. Y de repente están casi aquí y yo cada día cuando me despierto me examino todos y cada uno de los pelos de mi cabeza en busca de una cana'japuta, me he convertido en una experta de contornos de ojos en menos de 48h y empiezo a pensar que las sentadillas ya no son una opción, sino una obligación. 

Y lo peor peorcísimo de todo, es que aunque aún no los haya cumplido, llevo teniendo 30 casi un año, porque el numerito me da vueltas todos los días y la gente no para de recordarme que 'este año cumples 30, eh?'... Esa gente que es de la edad del tiranosaurio rex y encima se permite la coñita. Ole tu coño moreno, dí que sí. Como te diga yo los que cumples tú, a lo mejor LLORAS. 



Y luego está la gente que te dice que 'los 30 son los nuevos 20'. POR MIS COJONES. Y además ¿por qué voy a querer que sean mis 20? ¡Algo bueno y nuevo le tengo que sacar a esta década por favor! ¡Que no pueden ser todo arrugas, canas y cuelgajamonas! Necesito creer que #hayvidamásalládelos30.

Y entonces, de repente, me doy cuenta de que tengo amigas que, en su particular crisis de los 30, se ponen todo lo buenorras y serranas que no se habían puesto en sus 20. 

Y se mueren de estilosas y de cachondas. Y por fin dejan de ponerse ropa que no sabes si ha salido del baúl de la abuela o del peor chino del barrio. 

Y ya no sienten que tengan que gustar a todo el mundo y esa nueva seguridad que han sacado del armario hace que casi te pongas cachonda cuando te miran. 



Así que yo, después de toda esta reflexión, de la pasta que me voy a dejar en correctores de ojeras (que sí, que me he obsesionado) y de la de sentadillas que me voy a zampar from now on, os diré que los 30 son la edad de oro sexual. 

Sí amigxs, así es. Es como el Renacimiento, pero mejor. Porque no renaces sino que te conoces, te recorres y te reconoces. 

La edad de oro del sexo. Del bueno y sin parar. Y eso, LO CURA TODO. 

Hasta las ojeras. 

#VIVANLOS30






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